La situación no da para más expresan comerciantes, sobre todo del rubro carnicería y lácteos que en varias ocasiones deben tirar productos que pierden la cadena de frío.
La localidad de Fortín Olmos y pueblos aledaños, sirven como botón de muestra de los padecimientos que sufren los usuarios del servicio eléctrico por los frecuentes cortes de luz y la desidia política provincial que mira hacia lugares donde se concentra el mayor caudal del electorado y deja de lado a estas pequeñas comunidades del norte provincial.
Fortín Olmos tiene instalaciones obsoletas de hace más de 40 años, la línea que alimenta a la localidad está deteriorada en toda su extensión, no hay clima, ni estación del año que amengüe los incesantes cortes de luz.
La tormenta del domingo pasado que azoto a varias localidades de este norte, en Fortín Olmos no fue con mayor intensidad, de igual modo, eso no bastó para que quede en penumbras desde las 19,00 hs del domingo hasta las 12,30 hs del día lunes.
Por si fuera poco, este miércoles el pueblo nuevamente volvió a quedar sin energía por tres horas más, debido al corte de un endeble cable que esta ubicado en la línea que viene desde Garabato.
Todo sirve para el corte
Acá no hace falta que se desate un temporal como el del domingo pasado para que la localidad quede sin luz. Caen dos gotas de agua y se corta, corre un poquito de aire y se corta, relampaguea fuerte y se corta, se posa un ave en la línea y también se corta, ni hablar cuando tenemos temperaturas altas, que debido al gran consumo los artefactos se queman o no funcionan.
Mientas todo esto pasa, la dirigencia política a la hora de pregonar promesas hablan de arraigo, ¿quién en su sano juicio va a invertir en algún emprendimiento que genere fuentes de trabajo en una localidad que crece demográficamente pero tiene un pésimo servicio de energía eléctrica?...
Seguramente cuando vuelvan épocas electorales, los políticos que pretenden algún cargo o seguir arraigados a los que ya con muchas falencias lo están llevando adelante, vendrán como lo hacen siempre a prometer el oro y el moro para poder llevarse la aprobación de los electores.
