Sus familias reclaman su inocencia.
Ezequiel Puntano y Lautaro Álvarez, este último oriundo de Fortín Olmos, están acusados de abusar de una menor de 15 años mientras cumplían servicios en Roldán. La familia de los policías asegura que están hace un año y tres meses presos injustamente y que no hay evidencias contra ellos.
En una audiencia preliminar que se realizará este martes a las 10 horas en el Centro de Justicia Penal de Rosario, se presentará la causa para elevar a juicio oral y público un presunto caso de abuso sexual en Roldán. La acusación formal involucra a dos policías, Lautaro Álvarez y Ricardo Puntano, quienes enfrentan cargos por abuso sexual con acceso carnal agravado. La gravedad del delito se incrementa debido a que fue cometido por dos o más personas y por efectivos policiales en ejercicio de sus funciones.
El hecho habría ocurrido en la madrugada del 3 de marzo de 2024, aproximadamente a las 3 de la mañana, en la ruta A012 entre Carlos Gardel y Los Nogales en la localidad de Roldán, contra una víctima de 15 años.
La Fiscalía, representada por la fiscal Noelia Riccardi de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, solicitó una pena efectiva de 12 años de prisión para ambos imputados. Álvarez sería reconocido como autor principal, mientras que Puntano sería considerado partícipe primario.
Se espera que próximamente, en la etapa del juicio oral, se presenten todas las pruebas correspondientes para determinar la responsabilidad de los acusados en este grave delito.
Mientras tanto, los familiares de los policías reclaman a la justicia que Puntano y Álvarez fueron acusados injustamente y que hace un año y medio están presos injustamente.
Verónica, esposa de Puntano, contó que el 3 de marzo de 2023, los uniformados, en servicio, volvían de un procedimiento de un robo y encontraron a la joven caminado en la calle alrededor de las 3:00 am. Según su relato, ella había discutido con su novio y salió a caminar. Los policías afirmaron que estuvieron con ella apenas 3 o 4 minutos, la trasladaron a su casa y la madre firmó un acta de recepción de su hija.
Sin embargo, al día siguiente, la adolescente denunció haber sido abusada. Primero culpó a tres ocupantes de un auto negro de marca Mercedes, pero luego cambió su versión y señaló a los agentes. Solo imputó directamente a Álvarez, mientras que a Ezequiel lo describió como “cómplice por no intervenir”. Según su relato, fue el primero el que se pasó al asiento trasero del móvil, y abusó de ella.
“Lautaro habló esa noche con la jefa de Tercio, que era Fernanda Gómez a quien le sugiere de llevarla al hospital o a la comisaría. Y ella le dice, mira, si la nena se encuentra bien, llévenla a la casa, pregúntenle. Ellos le preguntaron a la nena si la nena se quería ir a la casa, y eso hicieron. La dejan en su casa, la mamá firma el acta y se van”, contó Verónica.
Y agregó: “El día 4, la nena dice que la abusan. Primero acusó a un auto negro Mercedes con tres masculinos, después, supuestamente, en la Comisaría de la Mujer, cuando la llevan, la menor dijo que los que habían abusado de ella fueron los dos policías que la habían llevado, cambiando el relato”.
Verónica apuntó sobre contradicciones en el caso y en la falta de evidencia física: “El ADN que le realizaron a Álvarez dio negativo, lo único que se sostiene es el testimonio de la víctima como evidencia, el análisis de laboratorio encontró un solo tipo de semen y era el del novio. Y el novio, declaró en Cámara Gessell que sí, que él esa noche había tenido relaciones sexuales con ella”.
“Es una injusticia que destruye vidas. Basta de causas basadas solo en testimonios frágiles”, concluyó la pareja de Ezequiel. A mí me da impotencia, dolor, toda esta injusticia que estamos atravesando. Los dos son inocentes. No se merecen seguir ahí. Ezequiel ama ser policía. Es la carrera que él eligió. Y no voy a permitir que se la arrebaten”, expresó Verónica.
“Quieren meter presión para que se declaren culpables por un delito que no cometieron. De ambas familias no lo vamos a permitir. Y cueste lo que cueste, vamos a seguir peleando por su libertad”, finalizó.
Por su parte, Mónica Pérez, mamá de Lautaro quien vivía en Capitán Bermúdez hasta su detención expresó: “Es algo que nos duele mucho, porque nosotros sabemos que él es inocente, nosotros sabemos que en las denuncias se dicen las cosas que no son tal como fueron, porque hay una hoja de ruta donde la mamá firma cuando la recibe a su hija. Me parece que si yo recibiría a mi hija en las condiciones que ella dice que la recibe, yo agarro los pelos a los policías y les digo, mira, llévame al hospital, de acá ustedes no se mueven, cómo van a traer a la piba así, y ella firma y a los días van a ir a hacer la denuncia”.
Y agregó: “Siempre mi hijo dijo quiero ser policía porque yo quiero ser policía, porque amo ser policía. Y bueno, se rompió el alma y siempre se hablaba en casa porque yo tuve una sobrina que había desaparecido, la encontramos después muerta y él anduvo siempre, todo eso él lo vivió y él siempre estuvo a favor de la mujer y yo sé lo que él hizo esa noche, él la quiso ayudar a la chica porque la gente de Fortín Olmos ( lugar donde es oriundo el policía), la gente del norte mayormente es como que si encontrás a alguien en la ruta lo alzas, es como que querés prevenirle el peligro”.
Finalmente, la mamá de Álvarez hizo un pedido a la justicia: “Yo lo que le pido a la justicia es que basta de armar causas, que investiguen porque no solamente Lautaro y Puntano están detenidos, hay muchos chicos que mayormente son del norte, hay muchos chicos que están detenidos y hay muchos chicos que se hacen cargo de las cosas de que lo acusan por la vida y por el miedo que tienen a estar ahí adentro, porque yo jamás pisé una cárcel y me tocó pisarla por mi hijo y como mamá pido que la justicia le dé la oportunidad y que ellos puedan esperar a juicio en libertad”, contó angustiada.
“Yo sé que el juicio lo van a ganar porque mi hijo es inocente, porque yo sé lo que crie, yo a mi hijo lo crie con todo el dolor del alma, porque tenía un año cuando me separé de su papá, lo tuve que criar sola prácticamente y mi hijo no haría eso; que me digan cualquier cosa, pero que mi hijo es un violador o que robó algo no lo voy a permitir, porque yo sé lo que tengo, yo sé que mis hijos jamás tocarían algo ni tocaría mucho menos una mujer, porque mis hijos saben que la mujer es sagrada-Así que es eso lo que les pido y a la justicia les pido que me escuchen, porque así como le escuchan a la mamá de la nena, también quiero que me escuchen y también quiero que si esa nena fue violada o fue abusada o manoseada o lo que sea, que se investigue y que paguen los verdaderos culpables, porque los verdaderos culpables están sueltos, mientras mi hijo y su compañero están guardados hace un año y tres meses”, finalizó.
Con gentileza de la voz de San Lorenzo.
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