Hay partidas del presupuesto actual (prorrogado de 2023) con nula o escasa ejecución. Recomiendan ampliar fondos destinados a niñez, y actualizar la AUH y la Tarjeta Alimentar que, además, debería ampliar su universo de destinatarios.






Sin los ingresos de la Asignación Universal por Hijo y la tarjeta Alimentar "la tasa de pobreza extrema sería 9 puntos más elevada y la pobreza total 2 puntos", advierte Unicef Argentina.

Desde el año 2016, Unicef viene relevando datos y generando evidencia sobre pobreza infantil en el país: desde ese momento y hasta 2023 se sumaron casi 1,2 millones de chicos y chicas a esa condición. Este martes presentó un nuevo informe de situación que revela un dato aún más preocupante: la pobreza infantil y adolescente podría pasar del 57 al 70 % para el primer trimestre del año, y la indigencia, trepar de un 19 % estimado para el segundo semestre de 2023 al 34,4 %.

En una conferencia de prensa presencial y virtual, los principales referentes del organismo internacional expusieron las conclusiones sobre tres informes: pobreza monetaria, análisis de presupuesto y suficiencia del sistema de protección de ingresos. Y plantearon el desafío que supone contar con un presupuesto prorrogado, en un escenario en el que la canasta básica está aumentando "en mayor proporción que los índices de precios y los salarios".

La pobreza monetaria afecta al 57,0% pero en hogares monoparentales representa un 68 % y es mayor en niños y niñas que habitan barrios populares. Créditos: Gentileza Unicef

Como en anteriores gestiones, la información fue presentada a las autoridades del gobierno nacional, tal como en su momento en la gestión de Mauricio Macri, de Alberto Fernández y en la actual; así, las investigaciones y conclusiones se hicieron llegar a diferentes carteras ministeriales del gobierno de Javier Milei.

"Tenemos conciencia de las restricciones fiscales", expusieron Luisa Brumana, representante de Unicef en el país, y Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión Social y Monitoreo, aunque remarcaron la importancia de que, en ese objetivo, sean priorizadas las políticas destinadas a niñez para que no siga aumentando la pobreza en esa franja etaria.

Ni para alimentos

La síntesis del informe presentado este martes revela que la indigencia en niñas y niños en Argentina aumentó al 14,3% en el primer semestre de 2023, lo que equivale a 1,8 millones de chicas y chicos, 250 mil más en comparación a 2022. De acuerdo con estimaciones del organismo, el escenario se habría agudizado hacia finales del año pasado hasta alcanzar al 19,4% de la población infantil: "Son 630 mil chicas y chicos más que viven en hogares que no cubren la canasta básica de alimentos".

Con respecto a la pobreza monetaria, esta afecta al 57,0% de la población infantil, "lo que equivale a 7,1 millones de chicas y chicos". Sin embargo esta cifra esconde disparidades: un chico o chica en un hogar donde el clima educativo es bajo (la sumatoria de años de educación per cápita es menor a 7 años) tiene niveles de pobreza en torno al 83 %. Si viven en un hogar monoparental, será del 68 %, si la vivienda está en un barrio popular, rondará el 84 %. Aún en hogares donde hay un referente con trabajo formal, la pobreza llegaba en el primer semestre de 2023 al 36,5 %.

Además de las carencias monetarias, se midió la pobreza multidimensional: la conclusión es que en Argentina, 7 de cada 10 niñas y niños experimentan carencias ya sea monetarias o privaciones en el ejercicio de algunos de los derechos considerados en este análisis. Son 8,6 millones de chicas y chicos.

Presupuesto

Al momento de analizar el presupuesto transversal a la niñez, las conclusiones son altamente preocupantes: en el período 2022-2023 hubo una disminución del 9,7 %. Pero al día de hoy la caída es del 75% en términos reales. "El presupuesto constituye una herramienta clave para aportar elementos desde la política fiscal que garanticen el cumplimiento de los derechos de la infancia y la adolescencia", explicó Brumana.

Al 7 de febrero, fecha de corte de este análisis, se observaron partidas que tienen ejecución nula o casi nula, entre ellas, Asignaciones familiares, políticas alimentarias, Apoyo al Plan Nacional de Primera Infancia, SENNAF, Fortalecimiento de Jardines Infantiles, Infraestructura y equipamiento educativo.

A la vez, se suman a los "signos de alerta" planteados por Unicef, que las políticas nacionales de protección de ingresos para la niñez muestran niveles de ejecución relativamente elevados para el momento del año: 22 % de AUH-AUE sobre el total; 19 % de Prestación Alimentar debido a que los montos previstos en el presupuesto actual –prorrogado de 2023- no son suficientes para hacer frente a las necesidades de financiamiento que se requieren para dar cobertura a las familias a lo largo de todo el año".

Desde el primer informe sobre condiciones de pobreza, Unicef aboga por el sostenimiento y la ampliación de políticas de transferencia, como la Asignación Universal por Hijo. En esta última presentación advierte que sin esos ingresos "la tasa de pobreza extrema sería 9 puntos más elevada y la pobreza total 2 puntos".

Dos programas fundamentales

"Las políticas de protección de ingresos resultan centrales para mitigar los niveles de pobreza: sin estos programas alrededor de 270 mil niñas y niños más vivirían en la pobreza y más de 1 millón pasarían a ser indigentes".

El llamado de atención está en el siguiente punto: "De mantenerse las tendencias actuales, la prevalencia de la pobreza monetaria en la niñez y la adolescencia para el primer trimestre de 2024 alcanzaría valores en torno al 70%, mientras que la indigencia llegaría al 34%, con repercusiones en el bienestar actual y de largo plazo", sostuvo Waisgrais.

Como se recordará, dos días después de asumir el nuevo gobierno nacional se anunció, a la par de una devaluación y una liberación de los precios, un incremento del 100 % para los montos correspondientes a la AUH y de un 50 % para la Tarjeta Alimentar. Estos aumentos "contribuyeron a mitigar el impacto de los incrementos de precios en los hogares en situación de pobreza", aunque en "la actualidad, la AUH representa el 45% de la Canasta Básica Alimentaria y el 21% de la Canasta Básica Total, y la Tarjeta Alimentar enfrenta una situación similar".

Los informes presentados este martes hacen foco en la necesidad de un nuevo mecanismo de actualización de las prestaciones que integre la variación de precios y replantee el esquema de las condicionalidades vigente para acceder a estos programas, es decir, el 20 % que se retiene en el caso de la AUH hasta que se presenta la certificación escolar y sanitaria del niño o la niña que recibe la asignación.

Al panorama presentado hoy, ya preocupante por su gravedad, se suma un dato que aporta al contexto: "Argentina enfrenta un problema estructural de pobreza infantil: en los últimos 40 años nunca se perforó el piso del 30% de pobreza monetaria en niñez".