El exdocente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Unne e investigador del Conicet se destacó por sus trabajos sobre la genética de los pastos. 






El exdocente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne) e investigador jubilado del Conicet comenzó los primeros años de su educación en una humilde escuela rural y aseguró que “es importante que se sepa de dónde venimos”.

El hombre que también formó parte del Instituto de Botánica del Nordeste (Ibone) habló tras ser uno de los que aparece entre los más citados de acuerdo con una publicación de la reconocida base de datos bibliográfica de resúmenes y citas de revistas científicas, Scopus.

Quarin es el único científico de la región del NEA que se encuentra en el ranking recientemente publicado por Scopus. Según informaron ha publicado 92 trabajos científicos, 29 de los trabajos publicados fueron citados la misma cantidad de veces por otros investigadores de ciencia.

Nació en 1943 en una chacra de 50 hectáreas en el norte de Santa Fe, comenzó la primaria en una escuelita monoáulica donde concurrían alumnos de primero a tercer grado. A partir de cuarto grado continuó en la recién creada Escuela N° 6357 Martín Fierro, donde terminó el nivel primario, ubicada en una zona rural sobre la ruta 11 cercana a la localidad santafesina de Villa Ocampo.

Era el sexto hijo de nueve que tuvieron sus padres. Se casó con Yolanda Delfino, de la localidad de Villa Ana, también ubicada en Santa Fe y muy cerca de donde es originario. Santa Ana es su residencia hoy, donde disfruta de su jubilación tras un gran aporte a la comunidad.

“Hice la secundaria en un colegio religioso en Guadalupe, ciudad de Santa Fe, y después estuve por distintos lugares hasta que vine a Corrientes a estudiar Agronomía en marzo de 1966”, contó el exdocente.

Señaló que se interesó por la investigación tras contactar a un grupo de docentes que estaban en la parte de botánica y genética de la Facultad. Luego de recibirse, fue a Buenos Aires durante seis meses, pero “todo nació” cuando emigró al estado de Georgia en Estados Unidos y conoció a alguien que se convirtió en su mentor.

“Me interesaban los pastos nativos y me encontré con el profesor Glenn Burton, era una eminencia y pude aprender bastante sobre el tema. Me interesé en el sistema de reproducción de gramíneas, la mayoría forrajeras, que tienen un trasfondo genético para la reproducción”, indicó.

“Pude traer los conocimientos para trabajarlos en la Facultad de Agronomía y el hecho de haber estado allá y poder publicar los trabajos en revistas científicas me conectó con gente de muchos lugares del mundo. Había en ese momento un grupo en Francia, otro en Estados Unidos, nos financiaron un proyecto internacional de diferentes países y eso significó la conexión y pudimos tener proyectos en conjunto, pude formar mi grupo en agronomía. Cuando volví a la Unne, se acercaron varios y comenzaron a trabajar conmigo, incluso algunos de la zona”, aseguró.

En ese sentido, explicó que cada vez que había algún avance en la genética de los pastos buscaba la manera de publicarlo en las mejores revistas científicas. En general, los trabajos eran aceptados. “Cuando una investigación le interesa significa seguir avanzando. Las citas son un indicio del interés de los trabajos que uno hace y eso es una manera de avanzar”, sostuvo Quarin, quien también es genetista en el área de sistemas de reproducción de Gramíneas con énfasis en la genética de la reproducción apomíctica del género Paspalum.

Entre los colegas con los que trabajó se encuentra el actual decano de la Facultad de Ciencias Agrarias, Mario Urbani, quien fue uno de los impulsores de los llamados cultivares. “Yo me dediqué más a la genética y él, más al mejoramiento”, dijo.

“Cada avance científico que hacíamos insistí en que se conociera a nivel mundial porque para mí la ciencia no tiene fronteras. La manera de dar a conocer el avance que se hace es publicando en revistas científicas”, resaltó.

Su actividad en la Facultad culminó hace algunos meses, si bien el docente y científico se encuentra jubilado hace 10 años continuó con sus aportes que llegaron a su fin hace poco tiempo. “Dije basta porque mi aporte ya está, pero de vez en cuando sigo ayudando a la gente que está ahí”, contó.

“Para mí es importante, que se sepa de dónde viene uno y que por venir de lugares humildes, no van a soñar con hacer cosas importantes. Tuve la suerte de que me gustara esto y que lo que investigué interesaba”, concluyó.


crédito de El litoral