Miles de agentes de las fuerzas federales y las policías provinciales patrullarán las rutas, las fronteras y los barrios argentinos con el fin de mantener la cuarentena. “Aquel que no pueda explicar qué hace en la calle será sometido a las leyes”, advirtió Alberto Fernández.







Las fuerzas de seguridad federales y provinciales jugarán un rol clave en el territorio nacional durante la cuarentena total anunciada este jueves por el presidente Alberto Fernández con el fin de evitar la propagación del coronavirus. Sin descuidar la lucha contra el delito, el Gobierno nacional acordó con las provincias una dedicación especial al control social para que la población asuma su rol determinante y cada habitante se quede en su casa.

“Todas las personas deberán permanecer en sus casas y podrán salir para hacer lo necesario para seguir viviendo su vida habitual: seguir teniendo negocios de cercanía abiertos, almacenes, supermercados, ferretería, farmacias, pero a partir de la cero hora (del viernes) la Prefectura, la Gendarmería, la Policía Federal y las fuerzas provinciales estarán controlando quién circula por las calles. Y aquel que no pueda explicar qué hace será sometido a las leyes que castigan a quienes violan las normas para evitar propagar una pandemia”, dijo el presidente Fernández durante el anuncio de lo que llamó “aislamiento social preventivo y obligatorio”, que describió como una “medida excepcional en el marco de la democracia”.

El Presidente de la Nación aclaró que “nadie puede moverse de su residencia” porque “es hora de que comprendamos que estamos cuidando la salud de los argentinos”. Y remarcó que el control de las fuerzas de seguridad será estricto: “Vamos a ser inflexibles, vamos a ser muy severos”.

Esto quiere decir que quien sea detectado fuera de su hogar en un movimiento que no sea esencial para la continuidad de la vida normal será acusado de un delito y podría ir recibir, de movida, una prisión domiciliaria.

Fernández aclaró que estarán exceptuados de esta limitación los “trabajadores de gobiernos a nivel conducción política, trabajadores de sanidad, fuerzas de seguridad y armadas” y habrá una “serie de actividades excluidas, fundamentalmente en producción de alimentos, fármacos y algunas otras actividades como petróleo, refinerías”.

 “El despliegue está dado en función de sacar todas los recursos a la calle, pero sin descuidar los otros aspectos también, lo que sería el delito. Lógicamente hemos salido adelante manteniendo un combate frontal contra lo que lleve un riesgo en seguridad y eso ahora lo sumamos el control social, con patrullaje y mucha presencia”, contó una fuente de una de las fuerzas, que aclaró que “por el momento lo venimos llevando bien”.

Desde la hora cero del viernes, sólo se podrá salir de casa para comprar productos esenciales o medicamentos. Las fuerzas de seguridad estarán para garantizar la circulación limitada y también la provisión de alimentos a los lugares. Quien salga a la calle para algo que no sea comprar alimentos o medicamentos deberá mostrarles a los agentes de seguridad un permiso.

A Santa Fe solo pueden entrar aquellas personas que cuenten con la autorización correspondiente emitida por las autoridades competentes. Los accesos están bloqueados por Gendarmería y la división de control de rutas de la Policía de Santa Fe, conocida como “Los Pumas”, en todas las rutas de conexión entre estas provincias: la Ruta Nacional 11, Ruta Nacional 95, Ruta Provincial 30, Ruta Provincial 3 y otros caminos comunales. Además, se realizan patrullajes de control en zonas rurales