El hecho ocurrió en Barrio Cura. La mujer pudo fugarse tras un descuido de su victimario. Pasó años atada.







Horas de profunda conmoción se viven en la ciudad de Rosario luego de que se conozca el caso de una mujer que vivía en cautiverio dentro de una vivienda del Barrio Cura. 

El 8 de mayo, tras 22 años una mujer de 43 años pudo escapar a un atroz secuestro al que era sometida por su pareja dentro de la casa donde vivían .

Según se pudo saber la mujer vivía en condiciones deplorables y era atada por su pareja cada vez que se retiraba el agresor de la casa. Además era encerrada en habitaciones con candados para que no pueda salir. Pero hace unas semanas, tras un descuido del victimario, la mujer escapó y tomó un taxi hasta una estación de servicio cercana a su vivienda y desde ese lugar dio aviso a la policía y a sus familiares de lo que estaba padeciendo. 

Logró escapar aprovechando un momento en el que el hombre se encontraba descompuesto y se encerró en el baño olvidando cerrar con llave la puerta de la casa. Ella vio ahí su posibilidad de salir y contó lo sucedido.

Se pudo saber que su pareja la maltrataba física y psicológicamente, atándola a la cama y amenazándola. En el relato la mujer explicó que tenía que pegar con un palo en el piso para poder ir al baño y sólo le permitía salir a la calle si lo hacía junto a él.

Ahora, Oscar R., de 57 años, está detenido acusado de privación ilegal de la libertad agravada.

La fiscal de Rosario Luciana Vallarella, dijo que “la víctima (43 años), sufría de violencia de género desde un principio puesto que su pareja la golpeaba”. Además explicó que si bien la familia de la mujer buscó intervenir, el abusador comenzó a aislarla de sus seres queridos amenazándola que podría lastimar a su hijo o algún miembro de su entorno.

Al mismo tiempo, comenzó a encadenarla a la cama o la encerraba dentro de la casa con candados. La fiscal desveló en la Corte que cuando acudían al mercado el hombre le cortaba el pelo, le cambiaba el nombre y le compraba ropa de hombre para que familiares y amigos cercanos no la reconocieran.